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4 pasos para tomar el control de tu dinero



¿Sabes cómo crear tu presupuesto personal para controlar tus gastos? Conocemos a mucha gente que recibe el salario del mes y lo van gastando automáticamente sin planear sus gastos. Lo que les queda lo ahorran o lo dejan para algún gusto pospuesto. Otros dividen el dinero cuidadosamente en lo necesario y utilizan la tarjeta de crédito para todo aquello que el sueldo no puede cubrir.

Si quieres mejorar tus finanzas debes aprender a planear y presupuestar. Para realizar un presupuesto necesitas analizar tus gastos, establecer una lista de prioridades, programar un ahorro y automatizar. Realmente es muy simple, el reto es ser constante y ajustarte al presupuesto. Cuidado: ¡Siempre habrá una que otra tentación por ahí andando! pero una vez hallas forjado el hábito y veas tu dinero crecer será todo más fácil.



Comienza por escribir tu ingreso, si son varios suma el total. Esto te dará la base para tu presupuesto.


1. Analiza tus gastos


La mayoría de las veces no entendemos porque el dinero parece irse tan rápido de nuestras manos tan pronto como llega y nos quejamos del costo de la vida y de lo poco que ganamos. Cuando comienzas a detallar cada gasto te das cuenta a donde va tu dinero. Siéntate con la hoja de Excel abierta o lápiz y calculadora en mano y comienza a sumar cada gasto del mes por pequeño que sea, desde la renta hasta el champú, desde el mercado hasta el cepillo de dientes, todo absolutamente todo. Incluye tus extractos bancarios a la hora de hacer esto y añade los costos bancarios, recuerda que tanto las tarjetas débito como crédito poseen una cuota de mantenimiento y que en general todas las transacciones bancarias poseen un costo.


La mayoría de las personas no tienen ni las mínima idea de cuánto les cobra su banco ¡y te sorprenderá cuando empieces a contar! La suma de todo esto te dará una perspectiva más detallada de lo que haces con tu dinero cada día. Cuando veas la película completa de tus gastos también sabrás cuánto dinero te queda o hace falta a fin de mes. Saber exactamente a donde va tu dinero te permitirá entender cuáles gastos son más importantes, donde estas derrochando y en que puedes ahorrar.

2. Categoriza y crea prioridades.


Después de hacer una lista detallada de tus gastos categorízalos para saber en promedio cuánto dinero está destinado a cada sección. Por ejemplo:


Renta: aquí puedes incluir el crédito hipotecario si estas pagando tu casa

Impuestos: luz, agua, teléfono, celular, gas e internet. Incluye pagos a tu seguro de salud y fondo de pensión.

Mercado: y todo lo que consumes en alimentos, café en la calle, domicilios, etc.

Deudas: créditos bancarios, tarjetas de crédito, deudas a terceros.

Transporte: publico o gasolina, gastos del auto.

Aseo: aquí, yo por ejemplo, incluyo no solo los artículos de higiene personal sino el maquillaje, mis lentes de contacto y la peluquería.

Entretenimiento: ropa, zapatos, salidas, paseos, Netflix, suscripciones, clubes, etc.

Como sabemos que hay gastos que no son mensuales, como la ida a peluquería, lo debes hacer es establecer un promedio mensual, es decir, vas a la peluquería cada tres meses y gastos $150, lo que equivale a un promedio de $50 al mes y esto es lo que añades a tu presupuesto mensual. Así compensas por aquellos gastos que son periódicos (bimensuales o trimestrales) y no estarás corto de dinero a fin de mes.

Con esta información presente puedes decidir qué gastos son realmente importantes y cuáles no. Establece cuáles son aquellos que no puedes dejar de pagar (la renta, los servicios públicos) y cuales deseas suprimir por ser innecesarios. También es clave que te conscientices de qué hábitos requieres para cambiarlos o economizar.


Hay gastos muy pequeños (hormiga) que aunque, no creas, pueden hacer un hueco en tus finanzas. Son como una gotera en tu techo: insignificantes, pero cuando llevan mucho tiempo acumulándose son destructivos.


Es decir, si no quieres pagar una taza de café costosa en la calle, puedes preparar tu propio café hecho en casa y llevar un termo. O quizás no necesites un plan de celular tan costoso, si al fin de mes te sobran minutos y datos, puedas cambiarte a un plan más acorde a tu estilo.

Recuerda que también es muy importante que reserves un dinero para tus gustos, sin exagerar obviamente, para salir y divertirte. Si tu meta es ahorrar, entonces date gustos más acomodados al presupuesto: en vez de ir a cine, programa una película con tus amigos en casa y un domicilio. Finalmente no todo es trabajo y dinero fríamente calculado.

Tus gastos deben estar categorizados de acuerdo a tus prioridades. Cada uno de nosotros posee diferentes necesidades y metas que dictan lo que es importante o secundario en nuestra vida. Yo ni nadie más que tú, puede decirte como priorizar.

Tú eres el único que puede decidir que va en tu lista de prioridades y qué en tu lista a posponer. Pero en general diríamos que una prioridad es salir de deudas. ¿Por qué? Porque estas poniendo tu dinero en manos de otros. Otro es el dueño de dinero. Estás trabajando para que alguien más disfrute de lo que ganas. ¿Crees que esto es justo? ¡Noooo! Por eso, una de tus metas principales, si tienes deudas, es pagarlas lo más pronto posible.

Otra prioridad debería ser invertir. Después de tener tus gastos bajo control, investiga de que manera puedes invertir tus ahorros. ¿Para qué? Pues para que el dinero produzca más dinero. No te limites a pensar que sólo el trabajo produce dinero. Si inviertes tu dinero en un negocio, en bienes raíces o la bolsa podrás hacer crecer tu dinero, generar un ingreso extra y dejar de depender ciento por ciento de tu trabajo.

En Balancing estamos creando nuevas fuentes de ingreso que nos han brindado la posibilidad de reducir nuestras horas de trabajo y empezar a construir seguridad financiera.

Si quieres tú también construir seguridad financiera necesitas si o si tener ingresos extra.


3. Fija metas y establece un plan


Ahora bien, se trata de hacer un presupuesto no sólo para saber en qué gastas sino para ahorrar e invertir. Se supone que el dinero debe fluir en tu vida no solo para sobrevivir sino también para vivir experiencias agradables, disfrutar y darte la vida que quieres para ti. Establece metas financieras claras e identifica como puedes lograrlas. Puede ser:

  • Ahorrar la cuota inicial para tu propia casa

  • Pagar el crédito hipotecario

  • Salir de tus tarjetas de crédito

  • Invertir en un negocio

  • Viajar al extranjero

  • Independizarte laboralmente

Si, por decirlo, quieres estar libre de esa deuda con el banco, revisa cuanto tiempo y dinero necesitas ahorrar para pagarla totalmente o hacer un abono considerable que te permita disminuir la cuota y pagar más rápido. Si deseas unas vacaciones fuera del país, planea cuánto debes separar de tu salario para viajar en uno o dos años. Ten en cuenta que, en algunas ocasiones, esas metas exigirán más de ti, de tu disciplina y esfuerzo.

Todo es posible si posees una idea clara de lo que quieres y generas un plan para llevarlo a cabo.

Una vez tengas claro cual es tu objetivo, necesitas un plan para alcanzarlo. Eso significa saber que tienes que hacer exactamente mes a mes, día a día para lograrlo. Toma lápiz y papel. Suma, divide y saca cuentas de lo que necesitas mensualmente para llegar a tu objetivo.


4. Automatiza y Revisa


Una vez tus gastos importantes y metas están claras ayúdate de la automatización, programa tu cuenta bancaria para que pague todo lo que pueda. Esto te quitará un peso de encima y el agobio de sentir muchas responsabilidades sobre ti.

Para los demás gastos, haz un solo retiro de lo que necesitas y atente a dicho presupuesto, por cual es importante revisar para no caer en tentaciones o encontrarse corto de dinero antes de que termine el mes. Si el dinero va directamente a donde debe ir y no pasa por tus manos, no lo estarás utilizando en los que no debes. Manejar tus finanzas no debe ser una carga, usa la tecnología en tu beneficio y la vida será más fácil.

Con el nuevo plan financiero en tus manos, los gastos ya no serán una carga para ti. Te será más fácil tomar decisiones financieras, no sucumbirás ante las tentaciones de las vitrinas o los caprichos del estómago y podrás empezar a pensar en cómo invertir para generar más ingresos sin trabajar tanto.


Tipos de presupuesto


No hay manera única de crear un presupuesto. Dentro de las opciones que aquí tienes, escoge la que más se acomode a ti. ¿Cómo lo decides? Pues probando. Intenta primero el modelo que creas más conveniente. Si no te funciona, entonces usa otro.


Te dejamos estas sugerencias sobre diferentes maneras para tu plan de gastos:


Presupuesto Cero:


Consiste en tener un destino específico para cada centavo de tu presupuesto, es decir, debes saber con exactitud cómo gastar tu dinero. Significa que debes revisar con lupa en que vas a gastar (micro-administración). Es un excelente sistema si eres muy metódico y tienes ojo para el detalle. Pero implica mucho de tu tiempo crear este presupuesto.

50/20/30:


Funciona muy bien si te sobra dinero al final del mes o si deseas ahorrar sin sacrificar en tus gustos. Además te da una idea clara de cuanto debes invertir en cada categoría porque, a veces, gastamos más en necesidades básicas que en los mismos lujos. Para hacerlo fácil simplemente toma tu salario mensual y multiplica por 0.5 para tus básicos; 0.2 para tus ahorros y 0.3 para tus gustos. Listo!! Utiliza el método de sobres para separar estas cantidades. Ten cuidado con no sobrepasar cada categoría.

Presupuesto en reversa:


Separa primero tu ahorro y después presupuesta con lo que te queda. Es una manera simple de ahorrar y respetar esta meta. Es muy buena si deseas pagar deudas o construir un fondo de emergencia. Si tus gastos aún son muy altos, intenta ahorrar así sea la más mínima cantidad.

La solución 60%:


Esta consiste en destinar 60% a tus gastos necesarios, el otro 40% se distribuye así:


10% Ahorro a largo plazo (fondo de emergencia),

10%: Ahorros a corto plazo (emergencias, inesperados, no recurrentes);

10% Diversión;

10%: Retiro.


Es muy bien sistema porque te permite ahorrar más dinero, priorizar tus necesidades y atacar varios objetivos al mes. Utilízalo según el sistema de sobres y ten cuidado con sobrepasar tus porcentajes.

Último tip


¿Cuál es la clave la planeación? No sientas culpa por gastar en diversión o en ti, siempre y cuando vaya de verdad con tu estilo de vida. Hay gastos que no necesitas programar para todos los fines de semana o meses; por ejemplo si te gusta ir al cine, me imagino tienes un género que te gusta más, por lo cual no es necesario ir cada función. Planea tus gustos de una manera balanceada que te permita tenerlos periódicamente sin afectar tu presupuesto. Digamos, este mes vas a escoger dos películas para ver, para el próximo mes será un paseo con tus amigos al campo. Puedes hacerlo todo, pero no todo al mismo tiempo.

En resumen

  • Escribe tus ingresos.

  • Registra todos tus gastos mensuales.

  • Separa tus gastos necesarios de los menos necesarios.

  • Piensa en un objetivo para tu presupuesto: pagar deudas, ahorrar, invertir.

  • Separa tu meta de ahorro.

  • Revisa que gastos puedes recortar para cumplir con tu meta.

  • Automatiza y revisa constantemente.

  • Escoge el tipo de presupuesto que se acomode mejor a tu personalidad.

En Balancing podemos ayudarte en este proceso de ordenamiento y sobretodo darte herramientas financieras para que ahorres y maximices tus finanzas personales, ¡no tienes idea de lo bien que resultan!


¡Contáctanos hoy mismo!


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📩 cristhian@balancing.mx

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