Por María Ponce
En las últimas semanas, y debido a los tiempos que atravesamos, muchos de nosotros nos hemos limitado a estar dentro de cuatro paredes. Ahora la oficina está en nuestro comedor o nuestra recámara, si tenemos suerte, un estudio es nuestro lugar de trabajo.
En esta solitud ¿qué estamos escuchando?, nos parece extraño trabajar sin los sonidos de la oficina: gente escribiendo en las computadoras, los teléfonos sonando y otros muchos sonidos relacionados con ese entorno . Pero ¿qué pasa cuando estamos en casa, solos o acompañados?
Empezamos a percibir sonidos los cuales no nos habíamos percatado, tal vez porque nuestra dinámica dentro de la casa era otra. Estos sonidos o ruidos y nos distraen de nuestra labor. Y para reencontrar nuestra paz buscamos en un portal de internet “Sonidos de oficina”, descargamos y empezamos a escuchar para recobrar nuestra productividad.
Sorprendentemente sí está sucediendo. Esta información la leí hace un par de días en un artículo de la BBC. Algún profesional del sonido subió como broma estos sonidos y resultó que la gente los empezó a descargar para poder concentrarse.
Mi pregunta es, ¿en qué momento nos desligamos de cualquier otro sonido y nos desconectamos de la naturaleza? ¿Por qué necesitamos escuchar algo tan artificial (como sonidos de oficina) para concentrarnos?
Hace más de quince años me hice la misma pregunta en cuanto a la radio ¿por qué los medios reproducen sonidos de máquinas o sonidos electrónicos artificiales, si los sonidos de la naturaleza y de seres vivos son más refrescantes para nuestros oídos? Los sonidos de la naturaleza nos producen una mayor satisfacción sonora y encuentros, aunque distantes, maravillosos con seres vivos, con nuestro planeta, ese que hemos visto luchar por regenerarse en estos últimos meses.
En los años 70, Murray Schafer, músico canadiense, desarrolló la teoría y proyectos sobre lo que llamó Paisaje Sonoro. Él ha convocado, con su movimientos, a cientos de músicos y artistas sonoros para salvaguardar los sonidos de la naturaleza, las culturas y otros sonidos que se encuentren en peligro de extinción.
Debido a esto trataré de ponderar la grabación y escucha de sonidos de la naturaleza y compartirla en estos momentos en que necesitamos reconectarnos.
En este contexto, Balancing me ha abierto la puerta para hablar de este tema con ustedes. Los invito a ser escuchas de la naturaleza de diversas partes del mundo. Abran sus oídos y experimenten los paisajes sonoros que he preparado exclusivamente para Balancing. ¡Te dejo una muestra de este trabajo y te invito a descargar las pistas completas en la Boutique de esta página!
Cierra los ojos, relájate y disfruta...
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